Nuestra Historia

En el 2006 la Junta Consultora del Distrito Minnesota, dirigida por el superintendente de Distrito Dr. Richard Sickels, decidió iniciar la obra Misionera entre los hispanos del Estado de Minnesota. Con este fin, el Director de Ministerios Hispanos para la Región US-Canadá, el Dr. Roberto Hodgson, fue invitado para que ayudara en las consultas relacionadas al inicio de la obra. Durante este proceso y de manera providencial, el presbítero René Franco, Pastor nazareno originario de El Salvador, le mencionó al Dr. Hodgson que él había estado en Minnesota predicando y que conoce a buenos cristianos en el área que pudieran apoyarle en su investigación.  
 
El Dr. Sickels y la Junta Consultora invitaron en agosto del 2006 al presbítero Saúl Carranza de Guatemala para que llegara a conocer el área y conversara con ellos sobre las posibilidades de trabajar como Misionero plantador de Iglesias entre los hispanos de Minnesota. La Junta Consultora entrevistó al presbítero Carranza y acordaron los lineamientos para una eventual contratación. En esa ocasión el pastor Carranza y el Dr. Hodgson se entrevistaron con Emilio Campos y Oscar López quienes proporcionaron valiosa información sobre la obra hispana en Minnesota.
En septiembre de 2006, el Dr. Richard Sickels y la Junta Consultora autorizaron la contratación del presbítero Saúl Carranza, para que fuese el coordinador del Ministerio Hispano en Minnesota.
 
Llegada de la familia Carranza

La familia Carranza llegó a Minnesota procedente de Guatemala el 15 de enero de 2007. Al principio los acompañó solo su hijo Marcos, entonces de 13 años. Después se les unió su otro hijo, Saúl Jr. El superintendente de distrito y su esposa los esperaron en el aeropuerto con el equipo indispensable. Abrigos, gorras, guantes y botas para nieve. Estaba nevando y la temperatura era de 15° centígrados bajo cero. Los primeros tres meses de estadía en Minnesota fueron para conocer el Distrito en compañía del superintendente de Distrito y su esposa Ronda. Aunque la familia Carranza fue invitada para trabajar con los hispanos, solo había una familia hispana en todo el distrito, y la iban a conocer varios meses más tarde. Saúl recuerda: Lo más difícil del comienzo fue aprender a vivir en temperaturas que a veces llegaban a 30°C bajo cero. A esas temperaturas el cuerpo acostumbrado a las temperaturas de Guatemala sufre dolores muy fuertes en los huesos, la cara se congela fácilmente y las manos duelen horriblemente. A Marcos y Cony muchas veces les sangraba la nariz por lo seco del ambiente. El segundo conflicto fue con el idioma. Aunque se suponía que dominábamos un inglés básico, al llegar a Estados Unidos nos dimos cuenta de que sabíamos el inglés técnico y la jerga de Iglesia. Lamentablemente, el inglés de todos los días, los modismos y las bromas de los minesotanos no los entendíamos y no lo entendemos bien todavía. El choque cultural fue horrible. En sesiones o servicios, cuando hacíamos un esfuerzo extra para entender, nos daba dolor de cabeza, sentíamos que nos comenzaba a faltar el aíre y todo daba vueltas. El que no pasó por eso fue Marcos quien se adaptó muy rápidamente. El comienzo de la obra no fue sencillo. No conocíamos a los hispanos y no sabíamos dónde buscarlos. No podíamos salir a las calles porque lo único que encontrábamos era frío y nieve. Además, la ley de Estados Unidos no da libertad para ir tocando puerta por puerta como lo haríamos en Latinoamérica. La primera familia que se acercó y que hablaba español fue la familia Lima. Rosendo y Leila asistían a la Iglesia de Brooklyn Center, y eran originarios de Cabo Verde, en África. Aunque su idioma nativo es el portugués, ellos fueron el primer recurso que Dios nos dio para trabajar. Luego llegó la familia López. Oscar y Sonia, originarios de El Salvador y de origen nazareno. Ellos, al no hallar Iglesia del Nazareno hispana en Minnesota, se congregaban en otra denominación. Cuando les comunicamos que la Iglesia estaba iniciando obra hispana, ellos llegaron a Brooklyn Center y regresaron a su Iglesia. La familia López había estado orando por ocho años para que la Iglesia del Nazareno iniciara obra hispana en Minnesota. Esta fue la buena gente con la que Dios bendijo el inicio de nuestro Ministerio en USA. En el mes de abril de 2007 se inició una clase de Escuela Dominical en español. Cony, mi esposa, fue la maestra y los Lima y López los alumnos. Para entonces, yo viajaba cada domingo por una Iglesia americana diferente presentando el Ministerio hispano por todo el Distrito. Con la llegada de la primavera ya se pudo salir a las calles e ir a conocer la Ciudad. Con mi hijo Marcos comenzamos a ir a los campos de fútbol a jugar y hacer amigos para invitarlos a la Iglesia. El primer servicio fue el 10 de mayo, cuando celebramos el día de la madre. Hubo cuatro madres invitadas, y ese día Dios nos concedió la primera conversión. María Edith Silva, colombiana, había ido de compras a una tienda hispana donde le entregamos una invitación para que llegara al culto. Cuando leyó Iglesia del Nazareno recordó que era la Iglesia a la que algunos miembros de su familia asistían en Cali, Colombia. Ella llegó al servicio y fue el primer fruto que Dios nos concedió.
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